Leer libros en inglés, ver series o películas en versión original son cosas que ya han convencido a numerosas personas a fin de practicar el inglés y mejorar su nivel. Sin embargo, estamos lejos de la misma confianza hacia los videojuegos. En efecto, todos sabemos que la inmersión es la mejor manera para aprender una lengua extranjera viviendo en otro país e incluso trabajando allí. Actualmente, se ha demostrado en varias ocasiones que el dominio del inglés se ve como una ventaja para labrarse un camino en el mundo profesional y que incluso podría volverse una necesidad para acceder a algunos puestos de trabajo. El inglés es la lengua oficial en 53 países y está reconocido como lengua por excelencia tanto para los intercambios comerciales o económicos internacionales como en el mundo de los medios de comunicación y de Internet. De este modo, se podrá acceder a más contenidos porque múltiples películas y series están solamente publicados en inglés al igual que una gran parte de los videojuegos. Como hemos mencionado previamente, el inglés es muy importante en el ámbito profesional, pero es también muy útil para desarrollar cultura y apertura de mente frente a otras. De la misma manera que podríamos adquirir el vocabulario de la vida cotidiana viviendo en un piso compartido con nativos en un país extranjero (o el vocabulario de la comida trabajando en un restaurante), se ha demostrado que es posible hacer lo mismo con los videojuegos según el ambiente que pongan en escena.
La ventaja de los videojuegos es que permiten estudiar el inglés bajo diferentes aspectos. La lectura del inglés, la escritura de las palabras y la comprensión oral y escrita. También permiten al usuario crear su propio léxico adaptado a su entorno y a su edad. En realidad, los videojuegos están dotados de muchas virtudes: apropiarse expresiones idiomáticas o crear su propio diccionario, el uso del vocabulario asimilado gracias a diálogos o a una simulación, la posibilidad de comprender el vocabulario de manera más fácil relacionando las palabras con las imágenes o la mejora de la comprensión oral y escrita gracias a los diálogos y a las reglas del juego. Los videojuegos permiten aprender palabras de la vida cotidiana, así como algunos términos más técnicos en función de la naturaleza del juego. Los juegos de guerra harán descubrir vocabulario militar, los juegos fantásticos te enseñarán el vocabulario de fantasía, de magia… Todo este vocabulario se quedará en la memoria gracias a la repetición, sobre todo de los controles y de los menús. El hecho de poder elegir un universo entre todos los videojuegos del mercado es también una buena opción que tenemos que subrayar ya que el aprendizaje del inglés se llevará a cabo más rápido y de una manera más eficaz a través de un universo que nos interesa.
Sin embargo, para un aprendizaje eficaz tenemos que elegir correctamente el juego. Lo primero que hay que hacer es poner el juego en su versión inglesa, que suele ser la original. Luego, hay que dar prioridad a los juegos que dejan mucho espacio a los diálogos y que permiten interacciones con otros personajes, e incluso que proponen compartir una red con otros jugadores.
Los mejores juegos para estudiar el inglés son los juegos interactivos dentro de los cuales el jugador tiene que realizar elecciones a lo largo de la narración. De este modo, el jugador se identificará con el personaje y estará más atento a los diálogos y al guion para estar seguro de tomar las mejores elecciones que podrían tener un impacto decisivo sobre el resto de la historia. Para avanzar más rápido en el juego y volver lo antes posible en la acción, tenemos la tendencia de pasar los diálogos y las cinemáticas, pero son estos elementos en los que nos tenemos que centrar para analizar el giro de las frases, el vocabulario empleado, el registro adoptado por los personajes en una situación en particular… Además, suele ser necesario hacer clic en la pantalla para pasar al siguiente diálogo, lo que te dará tiempo para leer a tu ritmo y analizar correctamente la información. La ventaja de estos juegos es la posibilidad de añadir subtítulos para tener más seguridad y asegurarse de entender perfectamente todos los detalles de la historia. Se pueden quitar en cualquier momento para un aprendizaje más intuitivo apoyándose en lo que te rodea o en el contexto para entender la historia.
Sin embargo, si no te apasionan estos juegos de aventuras con elecciones múltiples, puedes enfocarte en juegos de guerra, por ejemplo, en los cuales el vocabulario no será muy avanzado pero el trabajo en equipo será el elemento central del juego. Así podrás centrarte en los enemigos con los que acabar mientras hablas por el micro o por el chat con otros compañeros jugando desde otros países.
Para aprender inglés jugando, siempre aconsejamos evaluar el nivel de inglés para poder elegir un juego adaptado porque si resulta demasiado difícil el jugador se desmotivará y el aprendizaje no será eficaz. Una vez que se ha llevado a cabo la evaluación, el usuario será capaz de elegir el juego que mejor se adapte y podrá ponerse objetivos que sean tanto de revisión como de aprendizaje. Por otro lado, si ya eres jugador, podrás volver a jugar un juego que ya has terminado, por ejemplo. Eso convertirá el aprendizaje en algo más agradable ya que conocerás el universo y las misiones.
Para concluir, los videojuegos son una buena manera de perseverancia ya que, si el juego te propone un enigma, por ejemplo, el jugador estará obligado a entender y descifrar lo que piden para avanzar en el juego. A pesar de los estereotipos sobre su lado embrutecedor, los videojuegos pueden volverse una buena manera para aprender una lengua extranjera en la medida en que se elijan correctamente y que el tiempo de juego sea razonable.
